jueves, 13 de noviembre de 2008


Una historia en proyecto.

Las manifestaciones con causa justa tienen como invitada, en cada reunión extraordinaria a las puertas de las conciencias, a Josefa. Su familia espera verla cada vez en la primera página del periódico local; ¡Ha valido la pena ¡-exclama Josefa.
”Es una mujer de armas tomar”-espeta Pedro, su marido con el que lleva casada más de 23 años. Pero Josefa sabe que no todo está ganado con que en la rotativa del Polígono industrial de Zafra te conozcan. De padre cántabro y madre navarra, Josefa tuvo que emigrar de su ciudad natal, Tudela, pues nunca ha sido mujer de labores agrícolas. Conoció a Pedro casi de casualidad y han sabido crear una buena familia. En la casa familiar todo el mundo escucha, es una norma de convivencia.”Pedro se enfada si hablamos todos a la vez”-dice Josefa.”Es de armas tomar”-afirma resoplando. Los consejos de Josefa han ayudado a sus hijos; y mucho. Marta, la mayor de sus hijos, es una niña muy decidida, no sueña con aparecer en los periódicos; ella prefiere el silencio.”Lo heredó de Pedro, ahora es ella la que me da consejos a mí. Parece que conozca la vida mucho más que yo.”Josefa está orgullosa de sus tres hijos, pero Marta, dice, es quien la ha ayudado a mostrarse quieta ante los forcejeos de la vida.

La vida les va bien, tienen trabajo y amigos, pero de repente un nuevo reto se les presenta: Josefa está dispuesta a todo y su familia, obviamente, está con ella. Pedro no lo tiene tan claro, pero Marta y Josefa están convencidas de que si él está dispuesto a aceptar el nuevo reto que le propone la vida, seguro que en la rotativa del Polígono, Pedro podrá ser conocido algún día .Y es que el valor y la entrega en esta familia son muy “fuertes”. Nunca creyeron en la mala suerte.

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